El apiñamiento dental es uno de los problemas morfológicos de la dentadura más habituales entre la población. Sin embargo, una gran parte de quienes lo padecen desconocen, más allá de que por comparación con otras dentaduras no les guste la suya, qué otros inconvenientes implica este desalineamiento y cómo puede ponérsele remedio.
A continuación, te contamos las informaciones más relevantes acerca de los dientes apiñados. Toma nota de ellas.
¿En qué consiste el apiñamiento de los dientes?
En primer lugar, tenemos que aclarar que por apiñamiento dental entendemos la asimetría en la posición de las piezas de la dentadura. Habitualmente, las dentaduras que consideramos normales suelen tener sus piezas alineadas de un modo regular. Los apiñamientos, por su parte, pueden tomar formas diferentes. Básicamente, destacamos las malposiciones, los amontonamientos y los dientes girados. A grandes rasgos, estos problemas de posicionamiento se dan por las carencias de espacio en el maxilar y la mandíbula.
¿Por qué se producen los apiñamientos dentales?
Las causas pueden ser diversas. Una de ellas es la predisposición genética. No obstante, has de tener en cuenta que las formas de los huesos y las de los dientes son herencias genéticas que no tienen por qué recibirse de la misma manera.
Otro de los orígenes de los dientes apiñados tiene que ver con algunos malos hábitos relacionados con los primeros años de vida. Son las malas costumbres que los padres tenemos que controlar, como chuparse excesivamente el dedo o dormirse con el chupete puesto.
Pero el motivo más relevante que explica estos desalineamientos es la caída prematura de los dientes de leche, que es un inconveniente que puedes evitar tomando precauciones y asistiendo con tu hijo desde sus primeros meses a la consulta de nuestro dentista de confianza.
Si los dientes de leche se van cayendo antes de lo que les tocaría, el espacio en el que crecerá la dentición definitiva no será suficiente para su colocación regular, lo que dará lugar a los antiestéticos apiñamientos.
¿Cuáles son las consecuencias de tener los dientes apiñados?
La primera de ellas es la que más se ve. La estética. Nos referimos a que, según los cánones de belleza establecidos, no es bonito tener los dientes apiñados.
Por otro lado, los apiñamientos añaden dificultades a las limpiezas dentales, dado que resulta más complicado remover los restos orgánicos atrapados entre los recovecos de los dientes y las encías.
Por tanto, los dientes apiñados suelen asociarse a una mayor prevalencia de enfermedades como la caries y la periodontitis, puesto que costará más eliminar la placa bacteriana.
¿Cómo puedes combatir los apiñamientos dentales?
Si el origen del problema es hereditario, como con el resto de causas, la posibilidad de corrección pasa por el uso de las ortodoncias.
Tanto del uso de brackets como de los aparatos transparentes, por ejemplo, de la invisalign.
En cuanto a los problemas derivados de la caída de los dientes de leche y los malos hábitos infantiles, toma medidas desde un primer momento.
En definitiva, el apiñamiento dental desluce la sonrisa, pero cuentas con medios para subsanarlo.